AL PIE DEL ARBOL DE LA VIDA

Que no se acabe la corteza gruesa,
Ni las ramas, ni las flores trenzadas,
Ni el perfume, ni el color verde de sus hojas frondosas,
del arbol de la esperanza.
Que no falte en los ojos danzando la alegría,
A encontrar la complicidad de empezar de nuevo,
y sin claudicar, a crear el mundo de la nada.

Que no cese el valor que nos hace iguales,
a todos cuando la muerte se aproxima.
Del hambre escaparán los niños,
De la muerte volverá la primavera.

Pero que no se quede la cuchara vacía,
ni las bocas que denuncian la barbarie.
Poque los cantos rescatarán la vida,
desde lo más obscuro de la noche.

Por cada vida un compromiso de pie florecido,
a renacer la luz sagrada de la vida.
En Haití, en el mundo no bastara lo material para avivar el aliento,
si no ponemos el alma en cada acción dada.

Aquellos que saben del infierno no pueden fácilmente alzar la esperanza enbanderada, en el horizonte de proesas sin antes tener el privilegio de haber rescatado la aurora.

De los escombros regresan los milagros,
a caminar sobre nuestros rostros atónitos,
de los terremotos y epopeyas.
El pueblo abraza la victoria de la vida,
con su pobreza empobrecida, con su lección aprendida,
Hundida y en escombros,
izando la bandera del amor regresa para abrazar nuevamente el mar embravecido,
aferrándose más fuerte que la muerte,
A la vida misma.

Que no falte la fe,
la fuerza.
Ni un día la constancia. La savia volverá ciclicamente y con paciencia, a poblar nuevamente de semillas esta tierra. Pero antes no olvidemos que todos somos parte de este pueblo, que es la tierra misma.

Sofia Buchuck

www.sofiabuchuck.co.uk

Inspirado en los momentos difíciles 20 Enero 2010. Para el día 29 de Enero en el Farrago Poetry event.